Para comprender mejor...
Como vimos en la anterior publicación, el cuento "Sueño de Dédalo, arquitecto y aviador", tiene relación con 2 mitos griegos: El mito de Dédalo e Ícaro, y el mito del minotauro.
Así que por eso, aquí tenemos los 2 mitos, para entender mejor la relación entre estos cuentos.
El Mito de Dédalo e Ícaro
Dédalo fue un prestigioso arquitecto,
inventor y escultor, muy respetado en su ciudad natal de Atenas. Trabajaba en
su taller junto con su sobrino Talo, quién aparentaba ser un gran sucesor de su
tío. Llegado el momento en que los celos comienzan a fusionarse, Dédalo, entre
una madrugada y otra decide matar a su sobrino, sacarse del medio esa tortura
constante.
Un día invita a Talo a pasear con él por
el recinto del templo de atenea y desde lo alto de las murallas lo arroja al
vacío, pero la diosa Palas transformó al muchacho en pájaro “cubriéndolo de
plumas mientras caía”. Luego baja del recinto, recoge el cadáver de su sobrino
y lo entierra en un baldío.
Días mas tarde el tribunal consigue las
pruebas del delito y condena a muerte a Dédalo, éste consigue escapar y embarca
en un navío que va a Creta. Allí es recibido con todos los honores por el rey
Minos, quien lo convierte en su servidor.
Un día, Pasifae, la esposa de Minos,
pide al escultor que le fabrique una figura de vaca que se semejara a la real
para cometer un delito con el toro blanco de Creta, Esto lleva a cabo el
nacimiento de una criatura dotada mitad de cuerpo humano y mitad de toro: El
Minotauro. Para tratar de esconderlo, Minos ordena a Dédalo que construya un
laberinto de donde jamás pudiera salir esta bestia. Al pasar los días en ésta
celda, el minotauro, que se rehusaba a los alimentos ofrecidos, exige carne
humana.
Al enterarse el deseo del monstruo,
Minos tiene una idea, obligar a los atenienses a enviar tributos de siete
muchachos y siete doncellas para ser devorados por la fiera.
Teseo, el hijo del rey de Atenas, parte
rumbo a Creta con el fin de asesinar al Minotauro, lo cual logra con la ayuda
de Ariadna, la hija de Minos. Teseo se introduce en el laberinto llevando un
ovillo de lana que desenrolla desde el principio para poder regresar cuando lo
fuese necesario, este entra en la morada del monstruo y lo apuñala por la
espalda y vuelve a su pueblo natal con Ariadna.
Con la esclava Naucrates, Dédalo tuvo un
hijo llamado Icaro, el cual fue encerrado junto con su padre dentro del
laberinto por los engaños cometidos al rey.
Con el pasar del tiempo a Dédalo se le
ocurre la idea de construirse alas para escapar del laberinto, y comienza a
juntar plumas, las cuales va uniendo con trozos de lino abandonados en el
laberinto y cera extraída de los panales de abejas. Así conforma los dos pares
de alas que los elevan hacia el cielo de Grecia.
Los primeros momentos de vuelo son
complicados. Los cuerpos no encuentran el equilibrio exacto, por lo cual Dédalo
recomienda a Icaro que vuele siempre a una altura media: ni demasiado bajo,
para no hundirse en el mar, ni demasiado alto, para que el sol no quemara las
frágiles plumas.
Dédalo llevando la delantera no observa
que Icaro, deslumbrado por la belleza del firmamento y con la música de los
pájaros, comienza a cobrar altura poco a poco. Hasta que llega el momento en
que los rayos del sol comienzan a ablandar la cera que sujetaba las plumas y
éstas empiezan a desprenderse poco a poco hasta que Icaro cae al mar. Cuando
Dédalo mira atrás, no encuentra a su hijo, pero ve dos alas que flotan en el
mar y sobrevuela el lugar infinitas veces tratando de encontrar el cadáver de
su hijo.
Dédalo llega a Sicilia y se pone bajo el
servicio del rey Cócalo para quien construye un embalse, fortifica la ciudad…
Por su parte, Minos no se resigna a
dejar escapar a Dédalo e inicia una intensa búsqueda. Para averiguar el lugar en
que se esconde, por todas las ciudades por donde pasa, propone un problema
técnico-intelectual y, al ver que el rey Cócalo le devuelve solucionado el
problema, ya sabe dónde se halla el hábil Dédalo. En vano pedirá al rey que se
lo entregue. Por el contrario, cuando Minos se está bañando, informadas por
Dédalo de las costumbres de Minos, las hijas de Cócalo lo matarán echándole
agua hirviendo.
Yo creo que en este mito, Dédalo intenta
encontrar la libertad intentando superar su condición humana, y esto lo termina
pagando con la muerte de su hijo, quién es un joven impelente e inexperto, que
se ciega ante la gran sabiduría de su padre y no puede distinguir el peligro
con claridad.
Pero el mismo mundo se encarga de
demostrarles que la realidad es la única verdad, pues cuando Icaro se acerca al
sol, el cual vendría a ser la verdad, éste se encarga de demostrarle cual es su
condición humana.
El Mito del minotauro
Oculto en lo más profundo del Laberinto
de Creta, que había construido el sabio Dédalo,
para el ReyMinos,
habitaba el monstruoso Minotauro,
con su cuerpo humano deformado horriblemente por una cabeza de toro (esta
criatura era el fruto de una maldición del dios Poseidón,
sobre la esposa de Minos,
la reinaPasifae que se había enamorado de un brioso
toro). Periódicamente se llevaban grupos de jóvenes para ser internados en el Laberinto,
y así el Minotauro pudiese saciar sus instintos
bestiales, su hambre voraz. En cierta ocasión
el joven Teseo iba
oculto en uno de esos grupos. Este famoso héroe
estaba decidido a acabar con el horrendo monstruo homicida, para salvar a la
gente de Creta y así ganar más celebridad y fortuna. La misión era muy
peligrosa, pero la doncella Ariadna,
que era hermosa y algo hechicera, se prendó de la gallardía de Teseo,
por lo cual le facilito un ovillo de hilo, a fin de poder escapar del
intrincado y mortal edificio. Y así sucedió: cuando se descubrió Teseo,
en el centro del Laberinto,
enfrentó al Minotauroespada
en mano y le quitó la vida. Luego retornó a la salida y a los brazos
apasionados de Ariadna.
Y aunque posteriormente Teseo cruel la abandonó en la Isla de Nassos,
el apasionado Diónisos,
deidad del júbilo y del éxtasis, tomó
a Ariadna por esposa y le obsequió la
inmortalidad.
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